La Argentina transita momentos decisivos. En el proceso electoral en curso se juega mucho más que un recambio presidencial y de legisladores. Asistimos al riesgo serio y concreto que se pongan en práctica políticas de neto corte ortodoxo y conservador en numerosos sentidos, con el agravante de que las mismas parecen contar con un amplio respaldo social, incluso de parte de sectores que resultarían muy perjudicados por su implementación. En lo económico, esto no haría más que afianzar a niveles extremos el carácter periférico, dependiente y profundamente desigual de nuestro país.
En ese marco, y ante el evidente y patético corrimiento a la derecha que ha tenido lugar en la discusión pública (incluso, por acción u omisión, por integrantes de fuerzas que pretenden representar los intereses nacionales y populares), desde La cigarra decidimos armar este dossier. Aquí un conjunto de reconocidos intelectuales y militantes nos ofrecen su mirada sobre la compleja situación actual y las perspectivas para la economía argentina en esta fase del capitalismo global.
Desde aproximaciones complementarias, Andrés Wainer y Francisco Cantamutto se adentran en la problemática de la restricción externa (escasez de divisas). El primero lo hace desde el análisis de lo que llama la “trampa de la dolarización” y el segundo desde la “pesadilla sin fin de la deuda”. Una conclusión relevante de ambas contribuciones es que de no mediar cambios relevantes en las ideas y las políticas, la Argentina camina sin pausa y sin prisa a un callejón sin salida signado por un manejo económico cada vez más condicionado por un poder económico altamente transnacionalizado y financiarizado.
Un segundo bloque de aportes aborda ciertas características del acentuado proceso de reprimarización de la economía nacional de las últimas décadas (con sus más y sus menos, se trata de un denominador común entre gobiernos neoliberales y neodesarrollistas). Silvia Gorenstein repasa los efectos de la explotación de recursos naturales sobre varias dimensiones, mientras que Sergio Echebarrena observa todo lo que se podría hacer, y no se hace, para generar desarrollos locales en materia industrial, científica y tecnológica en el campo energético y para apuntalar la tan mentada transición energética. Los dos autores refieren que ante la urgencia de acceder a divisas, en lo esencial para pagar la deuda externa, los distintos gobiernos no han hecho más que afianzar la reprimarización, casi sin avanzar en la industrialización de los recursos naturales y sin problematizar qué actores deberían conducir las especializaciones productivas, qué rol debería jugar el Estado, cuál tendría que ser el balance ambiental a jerarquizar, etcétera.
Finalmente, desde el campo del feminismo, Corina Rodríguez Enríquez desbroza algunas cuestiones económicas que no casualmente son tergiversadas u oscurecidas en los debates actuales: la inflación, sus causas y sus implicancias, la naturaleza del balance fiscal y las distintas maneras de abordarlo, el perfil que tendría que asumir el sendero de desarrollo de la Argentina, sobre todo en la búsqueda de sostener la vida y reducir la desigualdad.
Una lectura de conjunto del dossier arroja numerosos elementos de juicio para pensar críticamente lo que hoy se está planteando como “soluciones” para la Argentina. Pero frente a un consenso bastante cerrado, también se ofrecen algunas alternativas respecto de lo que se podría y se debería hacer para convertir de una vez por todas a nuestro país en una nación más desarrollada, más equitativa e inclusiva, en la que valga la pena vivir.
Fotografía: La Izquierda diario